
Dequení invita a voluntarios a compartir la jornada “Bienvenidos a clases”
27 febrero 2015
Voluntarios colaboraron con la jornada “Bienvenidos a clases”
10 marzo 2015Testimonio. Hay historias que inspiran. Tal es el caso de Derlis Cáceres Zayas (30), que merece que su historia sea contada, porque este joven hoy apadrina a un niño de Dequení y unos cuantos años atrás él fue un niño de Dequení.
“DEQUENÍ representa mucho para mí, donde encontré una oportunidad para estudiar”, cuenta.
Actualmente, Derlis trabaja como ejecutivo de cuenta en Visión Banco. Meses atrás, recibió una invitación para ayudar, a través de un aporte solidario, a un niño o niña de la Fundación. Su respuesta trajo consigo una gran alegría para todos.
“Puedo dar fe y testimonio de las buenas acciones que la Fundación emprendió y emprenderá siempre. En el año 1998, teniendo 12 años, la Fundación Dequení me sacó de las calles” afirma.
Vivía en Capiatá en km 15 ruta dos y ayudaba a su mamá vendiendo frutas. Luego trabajó en las calles vendiendo golosinas, con su hermanito. En aquel entonces, un educador le invitó a asistir a Dequení. Fue así que “renovaron mis esperanzas de futuro”, expresa.
Después, ingresó al Programa de Entrenamiento Laboral, como empaquetador en supermercados, “me dieron capacitación y un puesto de trabajo, con lo que podía trabajar y estudiar al mismo tiempo” recuerda.
Derlis se siente agradecido con la Fundación, “Gracias al empuje que me dieron hoy estoy firmando este correo electrónico, y, por las tardes una hermosa familia me espera en casa”, comparte en su carta.
A lo largo de estos 30 años de trabajo, la Fundación Dequení se ha convertido en un instrumento para que niños y niñas de escasos recursos puedan soñar con un futuro mejor así como Derlis que gracias a lo que recibió, hoy está dando.