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17 enero 2020¿El niño gira la cabeza hacia un lado cuando se le habla? ¿Se distrae con frecuencia sobre todo si hay ruido de fondo? ¿Necesita que se le repitan las cosas varias veces? Lo más probable es que presente una pérdida auditiva. No hay tiempo que perder, es hora de visitar al fonoaudiólogo. “Si no se trata a tiempo ese tipo de afecciones pueden ser irreversibles”, enfatiza Alicia Fleitas, del staff laboratorio de Dequení.
Las señales de alerta de pérdidas auditivas transitorias se hacen más evidentes principalmente en el entorno escolar. “Como es leve en casa no se detecta porque no hay mucho ruido, pero en la escuela sí les dificulta mucho en la etapa de aprendizaje”, explica Alicia. Por ello el rol de los maestros es fundamental para identificar estos indicadores y solicitar a los padres la revisión de un especialista otorrinolaringólogo.
Por lo general, los niños que están sufriendo estas afecciones tienen mucha dificultad para entender las consignas dadas en clase, por ende, tienen un rendimiento académico bajo. Pueden tener errores de articulación omitiendo o sustituyendo los fonemas que no pronuncian bien. En ocasiones, confunden palabras que tienen fonemas similares y que suenan parecidos. Les resulta difícil realizar un dictado. Repiten “¿qué?” con frecuencia. “Son niños que no se quedan quietos, porque esa misma dificultad hace que sean inquietos en aula y les impide avanzar escolarmente”, agrega Alicia.
Todo lo anterior puede influir también en la socialización del niño con sus pares. Es posible que se aísle de sus compañeros y no participe en las actividades grupales. “Estos alumnos suelen sufrir las burlas de sus propios compañeros. Suelen ser víctimas de lo que hoy llamamos bullying. Esto les afecta terriblemente la autoestima”, explica la profesional.
Este tipo de pérdidas auditivas se deben principalmente al tapón de cerumen y la otitis media. También pueden presentarse como consecuencia de alergias, congestión nasal frecuentemente, gripes mal curadas. Sin olvidar que los niños que practican deportes acuáticos, como la natación, están más expuestos a presentar otitis media.
Si bien en el caso de las pérdidas auditivas transitorias, estas mejoran con tratamiento medicamentoso y terapia del lenguaje, es esencial su intervención temprana ya que si transcurre mucho tiempo sin tratamiento pueden convertirse en pérdidas auditivas permanentes. Esto es lo que más le preocupa a Alicia, pues afirma que constantemente “vemos muchos niños con problemas auditivos que no son abordados por desconocimiento o falta de posibilidades económicas”.
Cuando se trata de niños aún más pequeños es importante prestar atención a ciertos indicios tales como: si el bebé no se sobresalta con sonidos y ruidos fuertes. Si ya tiene seis meses y no voltea la cabeza cuando escucha sonidos. Si no dice palabras simples como “papá” o “mamá” luego de haber superado el primer año de vida. Si voltea la cabeza hacia las personas cuando las ve, pero no cuando lo llaman, entre otros.
“El estudio auditivo al nacer debería ser obligatorio”
Alicia comenta que no se cuentan con estadísticas que ayuden a visibilizar la realidad auditiva de la población paraguaya. Actualmente existe una iniciativa dentro del sector dedicado a la fonoaudiología por desarrollar estimaciones relevantes compartiendo las bases de datos de los diferentes centros que existen en el país. Esto con el fin de insistir sobre la necesidad de una ley que establezca la obligatoriedad del estudio auditivo al nacer, como lo es, por ejemplo, el test del piecito.
La profesional explica que la evaluación es lo más importante. “El niño que nace con discapacidad auditiva tiene que ser equipado antes de los 2 años de edad, de lo contrario no va a adquirir lenguaje. No existe el sordomudo, el niño no habla porque no escucha”, asevera. Por ello insiste sobre la necesidad de una ley, “estamos peleando contrarreloj”. A pesar de que en algunos los padres notan las dificultades de sus hijos dentro de los dos años y acuden al pediatra, este profesional no siempre lo remite al especialista.
“A los tres o cuatro años recién se dan cuenta y ahí ya es tarde para la adquisición del lenguaje. Va a adquirir un lenguaje, pero es muy lento y tal vez no llegue a hablar como los demás”, sostiene Alicia, quien trabaja hace 25 años acompañando a los profesionales fonoaudiólogos.
Alicia Fleitas es administradora de empresas, pero trabaja se los inicios en el centro auditivo Centro Auditivo Srl. Además de las tareas propias de su área, ella se dedica a acompañar la formación permanente de los profesionales del centro. Cuenta que constantemente traen especialistas internacionales para dictar cursos de capacitación, puesto que la carrera de la fonoaudiología es relativamente nueva en el país.
Sobre su decisión de formar parte del Staff Laboratorio de Dequení cuenta que se debe a que está muy interesada en propagar la información sobre la fonoaudiología dentro de las escuelas. Su principal anhelo es que los maestros se vuelvan los principales aliados en esta lucha por reducir los problemas auditivos en el país, puesto que considera que la educación es el principal camino para el cambio. Además, se define como, “una soñadora en todo lo que tiene que ver el trabajo social”.