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Testimonio.
Ella es Astrid Raichakowski voluntaria nacional de la Fundación Dequení, tiene 21 años y es estudiante de kinesiología y Fisioterapia de la Universidad Nacional.
Astrid es una de nuestras líderes voluntarias; a pesar de sus estudios y poco tiempo siempre hace un espacio para ayudar a los niños de Dequení y las actividades que realizamos.
Su motivación son los niños, “una pequeña acción es mejor que una gran intención´” nos dice. Agrega, “a veces muchos tenemos grandes intenciones pero con hacer algo por más pequeño que parezca uno ya está ayudando, y la satisfacción que uno siente después al verlos felices, es inmensa”.
Llegó a Dequení a través de una publicación en la web que convocaba voluntarios para el Día contra el trabajo infantil. Desde entonces, siempre está presente en todas las actividades que se precisan junto con su grupo de amigas y compañeras.
“Me decidí a ser voluntaria de Dequení porque tienen varias actividades, y aquí me siento bien, la gente es muy cálida y te tienen en cuenta, me hacen sentir útil y parte del equipo. No pasamos como uno más”.Comparte además que ser voluntaria le ayudo a quitarse la timidez, conocer más personas y aprender de los niños que siempre la reciben felices sin importar nada.
Astrid invita a experimentar el voluntariado, ”les aseguro les va gustar, es vivir una experiencia nueva, compartir con los niños, saber su historia, que te regalen esa sonrisa, el cariño, un abrazo sincero, es algo muy satisfactorio tanto para ellos como para los voluntarios”.
Si te interesa ayudar a la Fundación Dequení con trabajo voluntario, comunícate con Bart Willems, bwillems@dequeni.org.py o Christian González christian.gonzalez@dequeni.org.py, Tel 520519.
