En Ciudad del Este, Dequení gradúa proyecto comunitario que logra empoderamiento y autogestión
7 septiembre 2017Voluntarios de Sallustro pintaron sonrisas en Arroyos y Esteros
9 octubre 2017El 56% de la población tiene menos de 30 años. A esto se denomina bono demográfico, una oportunidad única que tiene el país de contar con más personas en edad de trabajar y producir. Ese potencial se pierde por la falta de políticas públicas y el alto déficit en salud, educación y empleo.
A medida que aumenta la edad se reduce significativamente el acceso a la educación, principalmente por razones económicas. Solo el 20% de adolescentes y jóvenes tienen condiciones para dedicarse exclusivamente a estudiar. A estos preocupantes datos se suman los de la sobreedad. El retraso escolar de 3 o más años afecta a más de la mitad de los estudiantes de 15 años, particularmente a estudiantes de las zonas rurales, donde casi 7 de cada 10 jóvenes están con retraso escolar, mientras que en la zona urbana este valor alcanza a cerca de 5 jóvenes.[i].
Ante esta situación, Dequení busca dar una respuesta oportuna y adecuada a los jóvenes; la reinserción educativa, el adecuado uso del tiempo libre y el acceso a la tecnología.
La fundación, como parte de su Programa Arandu Mbarete, implementa el Proyecto Emprender mi Vida Joven, propiciando en los adolescentes y jóvenes (13 a 17 años), experiencias que le permitan conocerse a sí mismos, sus miedos, pasiones y verdadera vocación; su entorno, conocimiento entre sus pares, trabajo en equipo, diversión sana y herramientas que le permitan construir su proyecto de vida, descubrir aquellas capacidades que poseen y las metas que deseen alcanzar tomando en cuenta los diferentes ámbitos de la vida cotidiana.
Con esta iniciativa, queremos que los jóvenes se sientan atraídos por lo que se enseña, se sientan desafiados, protagonistas, logren soñar con su futuro y más aún consolidar las bases para su proyecto de vida.
Rodrigo Funes (14) es parte del proyecto desde el 2015. Una iniciativa que lo dejó impresionado desde el primer momento. “Me ayudó a compartir, comprendí que sí se puede trabajar en equipo y que uno puede lograr lo que se propone”, expresa.
Gabriela (13), otra adolescente, comparte “Me gusta el hecho de hacer nuevos amigos. No solo es diversión, también aprendemos mucho sobre los valores; el respeto, la solidaridad, vengo con ganas”.
Para la directora de la Escuela Esteban Medina, Teodora Portillo, este tipo de proyectos es lo que se debe fortalecer “porque estamos viendo resultados diferentes, les ayuda a mejorar sus calificaciones. Los talleres, dinámicas y técnicas que utilizan despiertan el entusiasmo en los jóvenes y les ayuda a desarrollar capacidades, talento y liderazgo”, menciona.
El proyecto se desarrolla durante 9 meses (marzo a noviembre), del séptimo grado al tercero de la educación Media, en 7 instituciones educativas: Esteban Medina de Villeta; Ezequiel Ramírez, San Pedro, Tres Nacientes, y 6 Junio de Ypané; Niños Trabajadores y Fulgencio Yegros de Caaguazú. Involucra a 800 adolescentes.
Para más información, contactar con Mónica Romero, gerente Social de la Fundación Dequení, mromero@dequeni.org.py, Tel 520 519.
[i] Paraguay Joven. Informe sobre Juventud. UNFPA, 2015