«Sabemos ayudarnos»
19 mayo 2015Banco Familiar va a la Escuela con Dequení
29 mayo 2015Dequení, Dejad que los niños vengan a mí, ha cumplido un hito pocas veces logrado en nuestro país: cumplir 30 años de trabajo ininterrumpido, coherente y comprometido con la niñez y la adolescencia paraguaya. Desde sus inicios, ha demostrado una voluntad inclaudicable a través del equipo humano que está detrás de la “casita azul” para generar cambios sostenibles en la vida de los niños y niñas y sus familias. En este sentido, he sido testigo de los esfuerzos por generar acciones cada vez más integrales que aborden las causas que están detrás de las situaciones más visibles que vemos en la calle, llegando a las familias de los niños, con acciones de fortalecimiento, de emprendimientos de mejoramiento de la renta familiar, de atención a la primera infancia y apoyo escolar.
En sus inicios, abordó una problemática por demás sentida por los asuncenos, como lo es la de los niños en situación de calle, generando un modelo de intervención integral que luego es asumido por el Estado como un programa público que hoy funciona en diferentes localidades del país.
De forma innovadora, ha sabido generar un solidario compromiso ciudadano con la causa de los niños y niñas en nuestra sociedad, lo que la ha convertido en una reconocida y confiable organización social.
Desde esta posición, en sus acciones de movilización social e incidencia, como lo es la tradicional Caminata, ha contribuido a impulsar una demanda social en favor de una mayor inversión en una educación de calidad, factor, por demás clave para la superación de la pobreza que afecta a gran parte de la niñez paraguaya. Efectivamente, Dequení ha sido interpelada por los índices que caracterizan la educación en nuestro país, donde a pesar del aumento registrado de la matriculación bruta, persisten las inequidades que afectan negativamente a los niños y niñas de sectores excluidos, como lo son los de áreas rurales, niños y niñas trabajadores, niños/as y adolescentes indígenas y niñez con discapacidad, principalmente.
La clave para romper el ciclo intergeneracional de la pobreza son los niños, niñas y adolescentes. Esto será posible en la medida en que todos los niños ejerzan sus derechos fundamentales, lo que significa relevantemente invertir en los niños, niñas y adolescentes en una estrategia de desarrollo económico donde ocupen una centralidad. Desde esta mirada, destacamos el papel que ha tenido Dequení para asegurar que este mensaje llegue a los actores gubernamentales, a los sectores empresariales y a la sociedad en general. El camino que queda por recorrer para lograr un país con mejores indicadores de equidad es aún largo, pero estoy segura que Dequení continuará contribuyendo significativamente para que esta utopía se haga realidad.
Marta Benítez
Directora de Global Infancia. Organización contraparte del CCFC