
Los niños deben trabajar, pero en sus sueños
13 junio 2019
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5 julio 2019“Yo quiero mucho a mi papá, el tiempo que tiene, siempre lo dedica a nosotros y nos habla mucho, nos prepara el almuerzo y la merienda en sus días libres”. Así es Don Gervacio, según el testimonio de su hija Perla, de tan solo 13 años.
Es padre de 8 hijos: una motivación que lo empuja diariamente a realizar todo lo que está a su alcance para llevarlos adelante, brindándoles la oportunidad de estudiar y de realizar sus sueños con el apoyo de su esposa, que además de realizar las tareas del hogar, trabaja de manera independiente para contribuir con el pan diario y el desarrollo escolar de su familia.
A lo largo de los años, Don Gervacio se ha convertido en un referente para los vecinos de su comunidad, ya que ha demostrado de manera ejemplar que rendirse ante las adversidades, no estaba en sus planes.
Cuando habla de sus hijos se siente orgulloso, ya que puede ver el fruto de todo lo que construyó con mucho amor. Y a pesar de no contar con el tiempo suficiente para estar con ellos, cada momento es valioso junto a su familia y lo aprovecha para inculcarles el valor de la educación.
Es por eso que además de trabajar en tiempo completo, asumió la presidencia de la Asociación de Cooperadora Escolar de la escuela Virgen de Fátima a la cual asisten sus hijos y donde es implementado el proyecto Ludolecto de Dequení, asegurando que través de su gestión y con la participación de otros padres, logran llevar a cabo actividades y proyectos para el mejoramiento de dicha institución educativa.
“Asumí esta responsabilidad porque quiero lo mejor para mi familia, para la escuela de mis hijos y para mi comunidad, la educación está en primer lugar”, comenta Don Gervacio.
Al principio el camino no fue fácil, comenzar desde cero era un gran desafío que tuvo que atravesar, para construir poco a poco su casa en la ciudad de Ypané y sacar adelante a su familia. Sus hijos iban creciendo y llegaba el momento de la escolarización, entonces decidió trabajar más tiempo para no negar a sus hijos la oportunidad de estudiar.
El día de Don Gervacio comienza muy temprano, durante el día, confecciona prendas de cuero y en la noche es guardia de seguridad. Todo lo que realiza lo hace movido por sus motores, sus hijos, como él mismo lo describe, impulsándolos a perseguir sus metas.
Para los miembros de su familia y los directivos de la institución, él se convirtió en un pilar, una persona generosa y solidaria que participa activamente en el crecimiento de la escuela.
“Es el papá que más nos acompaña, siempre podés contar con él, un padre responsable que vive para sus hijos” expresa la directora, Hilda Irala.
Don Gervacio, considera que en la familia están los primeros aprendizajes de todo niño, por eso mantiene la buena convivencia en su hogar.
“Practico el diálogo, le hablo de lo importante que será para ellos estudiar, para que no pasen por lo mismo que yo pasé” cuenta Don Gervacio.
Esta historia es un hecho que inspira a muchos padres de familia del barrio Virgen de Fátima de Ypané, un padre que daría todo por sus hijos y abnegadamente construyó una familia digna de admiración.
“Quiero que mis hijos recuerden la buena experiencia de su papá, alguien que no se rindió y me lleven siempre en su corazón de esa manera. Ellos son mi vida, lo que me mueve todos los días” añade finalmente entre lágrimas Don Gervacio.
Para conocer más sobre los programas socioeducativos de Dequení y su impacto en los participantes, contactar con Mónica Romero, Gerente Social, al tel. 520519 – mromero@dequeni.org.py