«Sabemos ayudarnos»
19 mayo 2015Banco Familiar va a la Escuela con Dequení
29 mayo 2015Cómo escribir desde la asepsia y la imparcialidad acerca de lo que uno ama y respeta en grado sumo. Es imposible. Igual me juego, con el riesgo de perder objetividad por culpa del afecto, hermosa forma de perderla…
Recuerdo los orígenes de las famosas “Tres Fundaciones” que se movían como siamesas allá por mediados de los ’80, “En Alianza”, “Pa’í Puku” y “Dequení”. Rememoro la terca pasión por ayudar de Bavio e Ivonne Sallustro y la curiosidad que despertó en mí el nombre de una de ellas: “DEQUENÍ”. Al consultar sobre el definitivamente poco común apelativo me comentaron que era un apócope de uno de los más hermosos recados evangélicos: “Dejad que los niños vengan a mí…”
No puedo olvidar en este recuento emocionado a mis amigos (para los franceses, “hermanos que uno elige”) Marylín y Alberto Gross Brown, quienes transmitían puro entusiasmo y generosidad cuando se les llenaban los ojos de lágrimas, muchas veces, al hablar de los logros de quienes hacían el bien a su semejante desde que amanecía y hasta que se ponía el sol… Sea este un momento de homenaje para la inolvidable Marylín Canillas de Gross Brown, que ya hace varios años cambió de forma de estar, pero sigue entre nosotros con su rotunda fuerza y su sonrisa amplia y sincera.
Con Sembrador, el grupo que integro desde su fundación (me gusta decir para los amigos “desde su prehistoria”), protagonizamos, junto a las tres fundaciones y la mano firme y el pensamiento claro de Jorge Talavera, las imborrables jornadas de tres ciclos de recitales en los años 1997 (“De amores y recovas”, con canciones dedicadas a Asunción), 1998 (“En las colinas del alma – canciones populares del Paraguay) y 1999 (“Encendiendo sueños… en tus caminos, Latinoamérica), el primero y el tercero, con el Maestro de Maestros Oscar Cardozo Ocampo al piano y la Orquesta Philomúsica de Asunción dirigida por Luis Szarán, y el del medio, con el también inolvidable Jorge “Lobito” Martínez al piano, Szarán al frente de la Philomúsica y el Coro Paraguayo de Cámara dirigido por Luis Luccini Rivas. En todas las ocasiones, el teatro del Centro Paraguayo-Japonés resultó pequeño, las localidades se agotaron semanas antes y, en todo ello, los voluntarios de DEQUENÍ tuvieron mucho que ver.
Después, las CENAS DEL PAN Y EL VINO y las CAMINATAS DE LA SOLIDARIDAD posicionaron a DEQUENÍ como lo que es: una organización que hace brillar al Paraguay y que, para quienes la amamos, se yergue como un insustituible referente del mejoramiento integral de la calidad de vida de niñas, niños y adolescentes de nuestro país.
Definitivamente, DEQUENÍ es 30 veces 30, la otra cara de la bondad aplicada a la acción.
José Antonio Galeano
Profesor, Músico y Promotor Cultural